L'Orangerie

Dicen que es fácil conocerme Que tras una buena conversación, soy sencilla de calar ¿Por qué será tan fácil para los demás definirme? Lo han hecho ya varias personas. Sin necesidad de que yo se lo pidiera. No tantean, afirman. Me describen con precisión, calcando fuerte contra el papel. A punto de perforar la hoja. Como si ya hubieran trazado mi silueta en su mente. Si la línea se desvía, se frustran. Rasgan el papel, como un niño que, en plena rabieta, destruye su dibujo al salirse de la línea. Yo ni siquiera soy capaz de coger el lápiz para poder empezar a esbozar(me). Siempre fui más de colorear, de rellenar espacios en blanco siguiendo los contornos que dibujaban por mí. Puede que eso defina en parte mi personalidad. Puede que ahora que he dejado de pintar y haya empezado a escribir se me resista el encajar. Aún así, no creo que su descripción sea la más afín. No creo que sean capaces de ver todo lo que me compone. No creo que tampoco quieran hacerlo. Ven solo lo que les interesa, lo que encaja con su imagen de mí. Al final, una mala pincelada siempre se puede tapar con más pintura. O quizás, simplemente, sea mejor arrancar la página y empezar de nuevo.